La Medicina Tradicional China tiene entre sus métodos la acupuntura y ésta se basa en varias y profundas teorías que explicaban detalladamente cómo funciona nuestro organismo, sus funciones y la interrelación entre todos sus sistemas además de abordar la psique y las funciones cognitivas. Todo este conocimiento lo aplicaban a los pacientes a través de la acupuntura, la fitoterapia, la tuina o la dietoterapia. Es ahora cuando vemos que este conocimiento y visión se corresponde muchas veces a como desde la visión occidental explica nuestro funcionamiento interno.
A nivel científico se puede observar como la acupuntura puede estimular la liberación de neurotransmisores y hormonas en el sistema nervioso central, lo que puede tener efectos analgésicos y antiinflamatorios. Además, se ha observado que la acupuntura puede modular la actividad de las vías nerviosas y mejorar la circulación sanguínea en las áreas tratadas. Múltiples investigaciones muestran que la acupuntura desencadena una respuesta neuroendocrina que activa cascadas de opioides endógenos y numerosos estudios clínicos controlados y aleatorizados, y revisiones sistemáticas han evaluado positivamente la eficacia clínica de la acupuntura en diversas patologías y aún quedan muchas más por constatar.