La acupuntura se basa en la aplicación de finas agujas en puntos concretos del cuerpo. El conocimiento de los puntos a utilizar viene de varias y profundas teorías de la medicina tradicional china, que explican detalladamente cómo funciona nuestro organismo, sus funciones y la interrelación entre todos sus sistemas, además de abordar la psique y las funciones cognitivas.
Gracias a los últimos estudios podemos corroborar como, a través de la colocación de las agujas de acupuntura en puntos concretos del cuerpo, se puede estimular la liberación de neurotransmisores y hormonas en el sistema nervioso central, lo que puede tener por ejemplo efectos analgésicos y antiinflamatorios, ayudar en la ansiedad, miedo, fóbias, bajo ánimo, depresión o migrañas. Además, se ha observado que la acupuntura puede modular la actividad de las vías nerviosas y mejorar la circulación sanguínea en las áreas tratadas, mejorando entre otras las funciones digestivas, respiratorias, reproductivas o musculares y ayudar en digestiones pesadas, SIBO, SIFO, cándidas, diarreas, estreñimiento, cólicos, síndrome intestino irritable, asma, rinitis, alergias, bronquitis crónicas, regulación de los ciclos menstruales, síndrome de ovarios poliquísticos o SOP, dismenorrea o dolores menstruales, falta de periodos, ciclos menstruales retrasados o irregulares, problemas de fertilidad, poca reserva ovárica, mala calidad espermática, ciáticas, tendinitis, codo tenista, dolor lumbar, dolor de cuello o cervicalgia entre otros.
