Este sistema médico permite el diagnóstico del estrés, que puede ser estrés de enfermedad, estrés de inflamación, estrés nutricional, estrés de alergia, estrés mental, estrés de degeneración,… nos informa de origen y nos da herramientas para restablecerlo.
Conectando al paciente a unos electrodos se detecta cualquier alteración o desequilibrio de la salud, a partir de toda esta información obtenida en unos pocos minutos, se realiza el tratamiento según la etiología y la sintomatología, a través de los electrodos y mediante frecuencias de naturaleza cuántica.
La biorresonancia pone todo su énfasis en estimular las fuerzas autocurativas del organismo mediante frecuencias electromagnéticas que estimulan la producción en el cuerpo y la transmisión en éste de energía fotónica (impulsos lumínicos) que son los mensajeros del cuerpo capaces de movilizar y estimular los procesos de regulación.
Este sistema utiliza la mayoría de disciplinas terapéuticas existentes, mediante retroalimentación positiva, tales como homeopatía, electroacupuntura, terapias RIFE, ZAPs, test de reactividad de la espina dorsal, reflexología y cráneo sacral, musicoterapia, cromoterapia, biofeedback de PNL, terapia nutricional, terapias deportivas, terapias de alergias, trivector, terapias de ondas cerebrales, homotoxicología,… dependiendo de las necesidades del paciente y del criterio del profesional utilizaremos unas u otras.
Gracias a la velocidad a la que trabaja SCIO, menos de una centésima de segundo a más de 120 canales de transmisión de información, es decir mediciones a nivel de las velocidades electrofisiológicas de la biología celular, obtiene la reactividad del paciente frente a patógenos, enfermedades o cualquier desequilibrio de la salud.
Es un método de gran alcance y excelentes resultados clínicos, no hay ningún efecto secundario, ninguna contraindicación, y al no ser invasivo es indoloro y cómodo.