La naturopatía se basa en el uso de tratamientos naturales y técnicas no invasivas para
promover la auto-curación del cuerpo. Se basa en el principio de que el cuerpo tiene la
capacidad intrínseca de sanarse a sí mismo si se le proporciona el entorno adecuado y los
recursos necesarios.
En este sentido, mediante una entrevista clínica y, de ser necesario, pruebas
complementarias, se investigan las posibles causas que pudieron contribuir al estado actual
de “salud subóptima” o “enfermedad”. A partir de aquí, se proponen estrategias
nutricionales, hábitos diarios y técnicas naturales destinadas a restablecer el equilibrio del
organismo y, consecuentemente, mejorar la salud de la persona.
Técnicas en las cuales nos podemos apoyar:
Terapia ortomolecular:
La terapia ortomolecular se enfoca en restaurar el ambiente bioquímico óptimo en el
organismo a través del uso adecuado de sustancias naturales esenciales para su
funcionamiento, tales como vitaminas, minerales, aminoácidos y ácidos grasos esenciales.
Esta aproximación permite corregir déficits nutricionales, combatir el estrés oxidativo
presente en numerosas enfermedades y apoyar a los tratamientos farmacológicos al
mejorar las vías metabólicas donde estos actúan o restaurando las depleciones de
micronutrientes ocasionadas por los mismos.
Oligoterapia:
La oligoterapia se basa en el uso de oligoelementos en cantidades mínimas para ayudar al
organismo a recuperar su equilibrio bioquímico y mejorar sus funciones metabólicas. Los
oligoelementos, como el zinc, cobre, magnesio, selenio, y manganeso, son esenciales para
la salud, aunque se requieren en dosis muy pequeñas.
Microinmunoterapia:
La microinmunoterapia es una inmunoterapia a dosis muy bajas que utiliza sustancias
inmunomoduladoras (ej. citoquinas, factores de crecimiento…) que actúan como moléculas
de señalización y son responsables de la comunicación entre las células del sistema
inmunitario. Se centra en tratar las causas subyacentes inmunitarias de las enfermedades
agudas y crónicas, promoviendo un equilibrio inmunológico. Esta terapia es usada como
coadyuvante en una amplia gama de condiciones, incluyendo enfermedades autoinmunes,
infecciones crónicas y cáncer.
Dietoterapia:
La dietoterapia implica el uso de una dieta específicamente diseñada para prevenir o tratar
enfermedades. Reconoce que la nutrición juega un papel crucial en la salud y que
modificaciones dietéticas pueden ser una forma efectiva de mejorar diversas condiciones de
salud. Las recomendaciones dietéticas se personalizan según las necesidades individuales,
condiciones médicas y objetivos de salud del paciente.
Fitoterapia:
La fitoterapia es el uso de plantas medicinales y sus extractos para prevenir y tratar
enfermedades. Basada en el conocimiento tradicional y en la investigación científica
moderna, busca aprovechar los principios activos de las plantas para restablecer la salud y
el bienestar. La fitoterapia puede emplear diversas partes de las plantas, como hojas, flores,
raíces y semillas, en forma de tés, extractos, cápsulas, y ungüentos.
Micoterapia:
La micoterapia se refiere al uso terapéutico de hongos medicinales. Algunos hongos
contienen compuestos bioactivos potentes que pueden tener efectos beneficiosos en la
salud, incluyendo la mejora del sistema inmunológico, la reducción de la inflamación, y la
protección contra ciertas enfermedades crónicas. La micoterapia se basa en el uso de
especies de hongos específicas, como Reishi, Shiitake, Maitake, Champiñón del Sol,
Melena de León, y otros cuyos estudios cada vez más demuestran amplios beneficios en
multitud de patologías.
La naturopatía es una práctica que promueve la sanación a través de técnicas naturales,
enfocándose en la educación del paciente hacia un estado de salud integral en todos los
niveles. Su objetivo principal es alcanzar una nutrición celular óptima, fundamentándose en
una alimentación adecuada e individualizada. Se complementa con la prescripción de
suplementos en diversas formas, como cápsulas, extractos, y ampollas, además de la
recomendación de otras técnicas naturales y hábitos diarios que puedan impactar
positivamente en la salud, todo ello alineado con los objetivos específicos del individuo.